Los autores estoicos

Crisipo, filósofo que pertenece al estoicismo antiguo. No fue un filósofo vulgar, sino varón ingenioso y agudísimo en todo; tanto que decía que sólo necesitaba saber los dogmas de Zenón y Cleantes para encontrar él las demostraciones.

Escribía cuanto se le ocurría, y el resultado de esto fueron muchísimos libros. Fueron tantos porque recurría a los mismos dogmas muchas veces, corrigiéndo lo que ya había escrito.

Crisipo murió habiendo bebido mucho vino dulce y con vahídos de cabeza. Algunos dicen que por ésto, murió de risa.

Séneca, filósofo romano, nacido en Córdoba en el siglo I. Vivió en Roma y tuvo como maestros al neopitagórico Soción y al estoico Atalo.

Se dedicó a la política, y de ahí partieron sus problemas. Tuvo varios percances con mujeres ambiciosas, hasta que al final llegó a ser el político más importante de Roma. Pero los problemas siguieron, y se cansó. Lo acusaron injustamente y se le solicitó que se suicidara. Lo hizo, pero antes escribió una carta para los romanos: «Conozco a la muerte hace tiempo: la muerte es el no-ser. Después de mí sucederá lo que ha sido antes que yo. Si antes no hemos sufrido, quiere decir que tampoco sufriremos después. Somos como una linterna que, apagándose, no puede estar peor que cuando no la habían encendido. Sólo en el breve intermedio podemos ser sensibles al mal». Séneca fue considerado estoico por su visión de la muerte.

Además, pensaba que las fronteras creadas por los hombres, las que dividían territorios, eran ridículas, de acuerdo con la idea principal del estoicismo, que decía que las personas para ser felices deberíamos vivir acomplándonos a lo natural, a nuestra naturaleza y nuestros instintos. Y además, vivir todos en comunidad, siendo todos la misma nación.

Pero Séneca se contradecía, ya que decia que los ricos eran amorales, y él se afanaba con acrecentar su patrimonio.

Epicteto, filósofo romano, era un esclavo. Nació en Frigia, pero se lo llevaron a Roma cuando era un niño. Amaba la filosofía y cuando fue libre, se puso a predicar en una plaza pública. Lo que se encontró fue ignorancia y además, burlas. Epicteto contestó a ésto, y dijo: « Pero debes saber que los mismos que hoy se ríen de ti, mañana se convertirán en admiradores tuyos.» Lo único que consiguió fue su expulsión del territorio, y acabó en Nicópolis. Allí fundó su primera escuela estoica.

Posidonio, filósofo que pertenece al estoicismo medio. Sabía de todo: meteorología, astronomía, historia, filosofia...

Su escuela se fundó en Rodas y además, se hizo muy famosa.

Gracias a sus viajes, al igual que Panecio, su maestro, concluyó que la virtud no conseguía garantizar una buena existencia por sí sola, sino que se necesitaba además salud y algo de dinero.